Cuando te registras en Yola (antes conocido como SynthaSite), se te presenta inmediatamente una especie de tutorial –o lo que los norteamericanos llaman wizard– de apenas dos pasos, para crear un sitio web a partir de una plantilla o «estilo» predeterminados.
La cantidad de diseños disponibles al momento de escribir esta reseña es de 26. No están categorizados, pero se pueden navegar convenientemente sin necesidad de recargar la página. Además, al hacer clic sobre ellos, se visualiza una vista previa en miniatura con mayor detalle, que se carga automáticamente a la derecha del área de edición.
La galería de diseños prearmados y paletas de colores en la interfaz de Yola.
Lo que es más, Yola provee de una característica bastante inusual en este tipo de editores, que es la elección de paletas de colores. Lo verdaderamente útil de este añadido es que se pueden aplicar dinámicamente a cada estilo, de manera que los colores utilizados varían de acuerdo al esquema elegido, abriendo el abanico de posibilidades. Como es natural, cada plantilla contiene una determinada serie de tonos (no es posible aplicarlos indiscriminadamente).
El segundo paso es dar un nombre a la creación y elegir su tipo: website o blog. Sin embargo, esta última opción se puede cambiar después.
Yola también permite la utilización de un nombre de dominio único, en cuyo caso requiere de un pago de alrededor de 20 dólares. La opción gratuita consiste en utilizar un subdominio del tipo tunombre.yola.com.
La interfaz es muy sofisticada pero simple de usar porque se basa por completo en componentes que se pueden arrastrar y colocar en el área de la página, y no requiere de conocimientos técnicos. Está en inglés.
